En la actualidad no son pocas las ocasiones en que realizamos compras a través de medios electrónicos. La tecnología nos permite adquirir desde hacer la compra del mes para el hogar hasta viajes al extranjero. Este tipo de comercio ha proliferado de manera importante en los últimos años a través de empresas que apuestan a un gran volumen de ventas, agrupando varios compradores, para así poder ofrecer todo tipo de ofertas. Por lo anterior, es importante saber que además de tener todos los derechos que ofrece la Ley del Consumidor también existe una protección especial en la ley, porque esta clase acto de consumo también tiene sus particularidades.
En primer lugar, la ley permite al consumidor poner término al contrato, sin requerir el acuerdo del vendedor, dentro del plazo de 10 días desde que ha recibido el producto o desde que contrató el servicio, si éste aún no se ha prestado. En este último caso los 10 días comenzarán a correr una vez que el vendedor haya cumplido con la obligación de enviar una confirmación escrita de la contratación y, si no lo hace, el plazo se extenderá hasta 90 días.
Si compro por internet estoy protegido por la ley del consumidor y derechos especiales.
Por lo anterior, siempre es importante exigir al vendedor el envío de una confirmación con una copia íntegra, clara y legible del contrato, lo que podrá efectuarse por vía electrónica o por cualquier medio de comunicación que garantice que el consumidor ha tomado conocimiento de manera oportuna.
En los actos de consumo a distancia, como son aquellos contratos celebrados por medios electrónicos, el consumidor tiene un Derecho de Retracto especial que le permite desistirse utilizando el mismo medio por el cual celebró el contrato (por ejemplo, por correo electrónico) y en el caso que el producto o servicio se haya pagado a través de un crédito otorgado por el mismo vendedor (por ejemplo, compré una chaqueta en la página de Internet de una tienda y pagué en cuotas con la tarjeta de esa tienda o de cualquier otra empresa) ese préstamo también quedará terminado.
Devolución del dinero
Otro derecho que tiene el consumidor que compra a distancia es poder exigir al vendedor que le devuelva el dinero que pagó, lo antes posible y con un plazo máximo de 45 días siguientes a la comunicación del retracto. El vendedor deberá devolver todo el dinero y no podrá retener ningún monto de lo pagado por concepto de gastos, sólo en caso que el pago se haya efectuado utilizando el crédito de un tercero, éste podrá retener una parte del dinero por los gastos (por ejemplo, compré una chaqueta en la página de Internet de una tienda pero pagué con mi tarjeta bancaria, el Banco puede retener el dinero de los gastos por traspasar el dinero a la tienda). Asimismo, si terminé un contrato por el que pagué un servicio, me deberán devolver todo el dinero que pagué pero con el descuento de la parte del servicio que ya utilicé al momento del retracto.
Por su parte, el consumidor también tiene obligaciones cuando se retracta, como la de restituir en buen estado el producto, con todos sus elementos originales (etiquetas, certificados de garantía, manuales de uso, cajas, elementos de protección, etc.) o su valor en caso que por alguna razón plausible se hayan perdido.
El consumidor debe saber que por el solo hecho de visitar una página en Internet, donde se ofrezcan servicios o productos, no puede entenderse que ha contratado o que ha asumido algún tipo de obligación. Para ello, el consumidor siempre debe aceptar en forma expresa todas las condiciones que ofrece el proveedor y el contrato sólo se concretará si el consumidor ha tenido un acceso claro, comprensible e inequívoco de las condiciones generales del mismo y la posibilidad de almacenar o imprimir todos los datos.
Con el fin de que estos derechos sean respetados, la Ley del Consumidor obliga a los proveedores a entregar una Información Básica Comercial que -para los contratos ofrecidos por medios electrónicos o por cualquier otra forma de comunicación a distancia- deberá contener los pasos que deben seguir los consumidores para celebrarlos, e informar, cuando corresponda, si el documento electrónico en que se formalizará el contrato será archivado y si éste será accesible al consumidor. Además, debe señalarse la dirección de correo postal o electrónico y los medios técnicos que se ponen a disposición del consumidor para identificar y corregir errores en el envío o en sus datos.
Por último, todas las personas tienen derecho a no recibir spam, es decir, a que toda comunicación enviada por correo electrónico indique de qué se trata, la identidad del remitente y una dirección válida para solicitar la suspensión de los envíos, los que desde el momento de la solicitud quedarán prohibidos.